viernes, 27 de marzo de 2015


La noticia se publicaba en un periódico local de nuestra comunidad. Señalaba en su cabecera que..., " a pesar de hacer los sillones de relax con mayor innovación tecnológica la empresa X, no había evitado presentar concurso de acreedores!".

Como ha pasado el tiempo que considero prudencial para contar anécdotas profesionales cuya utilización ya no pueden dañar a sus actores y relatándolas nos pueden aportar conocimiento sobre temas empresariales voy a relatar esta. Trata sobre dicha empresa que inevitablemente acabó siendo liquidada lo cual no por ser muy normal en estos tiempos, ha dejado de llamarme la atención. 

Curiosamente conozco la historia de esta empresa por varias razones y al margen de otros análisis y consideraciones que podrían explicar de manera diferente la razón por la que ha entrado en concurso, y atendiendo al conocimiento que en un momento determinado tuve de la misma y a los datos que yo conozco sobre ella, la noticia me ha hecho reflexionar sobre el suceso y voy a tratar de dar una explicación coherente del resultado final de una ¡empresa innovadora!.

Es cierto que su producto estaba diseñado con tecnología propia bien reconocida y no solo en España, lo que le debía de proporcionar un nivel de producto con buenos márgenes y tenia un posicionamiento de marca reconocido por el segmento de mercado al que se dirigía, fundamentalmente "El corte Ingles", que era uno de sus clientes objetivo. Sus productos por calidad y tecnología estaban creados para ser consumidos por consumidores de clase media, media-alta.

Este es uno de esos temas, (permítanme la licencia) en los que se juntan los consejos que los políticos suelen sostener con vehemencia con lemas como, ¡por favor innoven!. Con otros consejos con los que el marketing atosiga a los emprendedores y empresas, como por ejemplo, ¡deben ustedes orientarse a las necesidades del consumidor, sino no sobrevivirán!!. ¡Tienen ustedes que diferenciarse de lo contrario solo quedara el precio!

Pero como nunca nada es del todo perfecto, de repente sin haberlo estudiado como el tema se merece, entra una variable que es el canal que distribuye los productos. Este canal, llamémosle minorista o gran distribución, tiene un personal o bien un entorno que dista bastante de asumir que además de saber vender hay que distinguir lo que se vende. Y si a esto le unimos que el producto a vender es de una alta complejidad tecnológica pues tenemos una bomba de relojería. 

El vendedor en general, se inclina (habiendo posibilidades en su oferta) por atender la innovación, pero si esta aporta dificultad a la venta o a la comprensión del consumidor sobre el uso de la tecnología que se le ofrece, finalmente hará todo lo posible por ignorar el producto y llevar al consumidor a otros productos menos sofisticados (de menos calidad) pero que satisfarán al vendedor y al consumidor. Este es el caso de la empresa que se expone en el primer párrafo de este post.

Al margen de la comercialización, innovar e inventar (que no es lo mismo) representa para el que quiere hacerlo un esfuerzo financiero y de recursos bastante importante, cuestión esta que post tras post insisto en que el empresariado medio y pequeño no tiene interiorizado como prioritario e importante. Que le vamos hacer, nuestro país es así, ¡cortoplacista!

Recordando el corto periodo en el que tuve relación con esta empresa, (no llegue a trabajar con ella, me resulta curioso como este empresario conto con la aportación de valor de uno de los mayores expertos en marketing estratégico y táctico del panorama nacional, del cual se deshizo porque le convenció una de esas figuras que suelo encontrarme en las empresas que ejercen de financiero y opinan de estrategia, marketing, producción etc. el cual le aconsejo deshacerse de este gran profesional, que posiblemente podría haberle aportado alguna buen consejo y darle viabilidad dentro de su ámbito y viendo la noticia, es evidente que en su sustitución el figura de la empresa no ha podido aportar ni incluso los consejos financieros necesarios para evitar el concurso. D.E.P, una más.

En cuanto a mí, viendo sus números financieros, su actitud dubitativa y dependiente, decidí que más valía ni empezar y ni empecé.

Aprovecho el contenido del post para recordar que es necesario hacer en la dirección de las empresas y que también se podía haber aplicado esta.

·      Aprender a convivir con las necesidades del día a día sin perder nunca el equilibrio necesario para que la empresa sobreviva. Es aconsejable hacerlo con reflexión y humildad.
·      Pararse, respirar, y dentro de la obligatoria objetividad que todo directivo debe de tener, crear un equipo interno y externo, llamemosle “altamente profesional” cada uno en su materia para mejorar o crear el modelo de negocio que le de viabilidad a su negocio. Aprender de un famoso director de orquesta que a la pregunta de un periodista sobre el papel que debía de jugar en la dirección de la orquesta contesto “hay que saber apartarse para dejar tocar a la orquesta”…!
·      Reestructurar la empresa en aquellos ámbitos en los que debe aportar valor y definir un plan estratégico y su correspondiente plan financiero. (que poquita cultura de esto tenemos, ¡dios!)

Y creanme, si no lo hacen de esta forma es posible que logren salir adelante porque no hay nada definitivo e infalible pero  haciéndolo las posibilidades de salir adelante son de al menos de un 50%, que para los tiempos que corren es más que razonable.

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