lunes, 8 de julio de 2013

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Si no conocemos a nuestro enemigo no tendremos la oportunidad de vencerlo  nunca”.
-anónimo-


La realidad del crédito en España se define por su escasez, pero esto no significa que no haya crédito o que sea imposible conseguirlo, tal y como nos van indicando el mensaje habitual que la prensa española va publicando.

Permítanme para empezar acogerme a la frase de “quien se olvida de su historia está condenarlo a repetirla”, todos debemos recordar que entre otras causas, sufrimos una crisis de deuda tanto a nivel de las familias como de las empresas y no seré yo el que pierda mucho tiempo en culpabilizar a una de las partes.  En mi opinión “la culpa la tenemos todos” cada uno en su medida.

Lo mas importante para nuestros intereses es entender que la situación financiera de los bancos  generó un problema de confianza en su sector,  ya que se empezó a dudar de la calidad de sus balances, lo que termino por afectar a su solvencia y estos, como parte importante de la estructura financiera de nuestro país ayudaron a provocar la situación que estamos soportando.

Pero también debemos recordar que el indicador de morosidad 11,6% (que provocamos los usuarios de crédito, empresas y familias), ha sido parte importante de esa falta de confianza y este indicador significa impagados y la banca no es responsable, la responsabilidad es de quien impaga.

Todo ello ha tenido consecuencias para todos nosotros y la mayor es para la propia banca ya que sus errores pueden, por lo que representan, causar un gran daño a la economía de nuestro país como se ha podido comprobar, lo que también tiene consecuencia graves para todos nosotros.

Como afortunadamente pertenecemos a organismos reguladores europeos, estos han tenido que definir unas nuevas reglas de juego, con el objetivo de evitar que si volvemos a entrar en una crisis tan grave como la actual no podamos llevar el tema hasta el extremo que se ha llevado.

Estas reglas de juego se denominan “las normas de Basilea”, nombre que proviene por la ciudad donde se han diseñado y que van por su tercera iniciativa. Las normas han sido promovidas por el foro de estabilidad Financiera (FSB, Financial Stability Board).(1),  junto al G-20. (2).

Básicamente se pueden resumir en que con ellas se defienden los riesgos que corren los bancos ya que dan solución a sus problemas de solvencia y de liquidez y nosotros las empresas, formamos parte del problema y también de la solución.

Estas normas son muy importantes porque afectan a la estructura de capital de la banca, pero al mismo tiempo también afectan a todas las empresas que pretendan financiarse con crédito bancario ya que nos exigirá mayor profesionalidad en nuestra gestión financiera a la hora de pedir crédito.

Por definir algún punto clave destacaré entre otros que a las empresas nos tocara reforzar nuestro capital tratando que la ratio de solvencia juegue un papel más importante en la calidad de nuestros balances, lo que implicara una restructuración de nuestra gestión financiera y nos exigirá adoptar una cultura de planificación financiera que actualmente está muy lejos de estar imbricada en la pyme española.

La posibilidad de conseguir financiación en la actualidad y también en el futuro ya no va a estar concentrada en la relación con la entidad cercana, esto pertenece al pasado, a pesar de que muchos empresarios sigan empeñados en mantenerla.

La realidad actual es muy compleja y además ha sido abducida por la globalización, de la cual todavía no somos suficientemente conscientes y no acabamos de interiorizar que ha venido para quedarse.

Si los empresarios quieren tener un determinado éxito para conseguir financiación para sus proyectos empresariales deberán seguir los siguientes pasos:


Primero: Tienen que tener un aspecto financiero que convenza a la entidad financiera de que su necesidad de financiación no se debe a las tonterías que ha estado haciendo hasta la fecha, sino debido a problemas puramente sectoriales o a estrategias fallidas.

Segundo: Por lo tanto tiene que abordar la petición basándose en planteamientos muy profesionales y centrando el tema en un argumento convincente, defensa, crecimiento, innovación, etc.

Tercero: No basta con presentar los típicos balances, es necesario presentar un informe de gestión perfectamente argumentado donde exponga el problema y también la solución.

Cuarto: Presentar el informe sobre el impacto de la inversión y/o de la restructuración financiera antes de recibir la financiación, para demostrar que la empresa es capaz de devolver lo prestado.

Quinto: Empezar a adquirir la cultura del respeto por el conocimiento financiero de su propietario, (el director financiero), no está en la empresa para fastidiar y coartar las inversiones, todo lo contrario, está para aconsejar cuales son los movimientos que nunca deben de hacerse porque puede acabar dañando a la empresa.

Sexto: Dejar de seguir hablando de la banca como si se fuera el marido ofendido, éstas son empresas que venden materia prima dinero y quieren -como si de cualquier producto se tratara- recuperarlo con un margen, exactamente igual que nuestras empresas.

Séptimo: Por cierto, las relaciones de negocios con los clientes se basan siempre en un contrato, está lección la tiene muy bien aprendida la banca (aunque nosotros parece que aún no, ya que la mayoría de las veces no se lo exijamos a nuestros clientes) y debe de ser leído siempre por nuestra parte, y para ello están los abogados (y si se me permite, añadiré que claro que cobran por ello; parece una obviedad pero entiéndame cuando lo recalco).

Octavo: Si tuviera que resumir las circunstancias que van a rodear las relaciones con la banca en el futuro es “la profesionalidad”, esto en términos entendibles viene a significar que tenemos que dominar los aspectos financieros con igual precisión con que calculamos nuestro stock y/o la producción que tenemos que conseguir para no tener rupturas.

Noveno: ¿se puede convivir sin préstamos? no es fácil, pero si planificamos financieramente la empresa podríamos al menos dominar perfectamente el volumen de préstamos que vamos a utilizar.

Décimo: Si ustedes tienen esperanza de que en el futuro se vuelva todo a lo de “antes”, no lo esperen, las normas de Basilea III van a impedir que la banca vuelva a caer en los errores anteriores  (aunque no dudo que con la imperfección que alcanzamos los seres humanos no vuelvan a caer en otros). Lo importante es que no nos pillen en medio de sus líos por no haber sido muy profesionales en nuestra gestión financiera.


Luis Sequí, socio director de Company Investment proyects
Empresa especializada en planificación financiera, negociación bancaria y fondos para financiación






(1)           (FSB), El Foro de Estabilidad Financiera es un organismo internacional creado en 1999 para promover la estabilidad financiera internacional a través de un mayor intercambio de información y la cooperación en la supervisión financiera y la vigilancia de los mercados.
(2)           (G-20) Es un foro de cooperación y consultas entre los países en temas relacionados con el sistema financiero internacional. Estudia, revisa y promueve discusiones sobre temas relacionados con los países industrializados y las economías emergentes, con el objetivo de mantener la estabilidad financiera internacional, y de encargarse de temas que estén más allá del ámbito de acción de otras organizaciones de menor jerarquía.

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