“Si no conocemos a
nuestro enemigo no tendremos la oportunidad de vencerlo nunca”.
-anónimo-
La realidad del crédito en España se define por su escasez,
pero esto no significa que no haya crédito o que sea imposible conseguirlo, tal
y como nos van indicando el mensaje habitual que la prensa española va publicando.
Permítanme para empezar acogerme a la frase de “quien se
olvida de su historia está condenarlo a repetirla”, todos debemos recordar que entre
otras causas, sufrimos una crisis de deuda tanto a nivel de las familias como
de las empresas y no seré yo el que pierda mucho tiempo en culpabilizar a una
de las partes. En mi opinión “la culpa
la tenemos todos” cada uno en su medida.
Lo mas importante para nuestros intereses es entender que la
situación financiera de los bancos generó un problema de confianza en su sector, ya que se empezó a dudar de la calidad de sus
balances, lo que termino por afectar a su solvencia y estos, como parte
importante de la estructura financiera de nuestro país ayudaron a provocar la
situación que estamos soportando.
Pero también debemos recordar que el indicador de morosidad
11,6% (que provocamos los usuarios de crédito, empresas y familias), ha sido
parte importante de esa falta de confianza y este indicador significa impagados
y la banca no es responsable, la responsabilidad es de quien impaga.
Todo ello ha tenido consecuencias para todos nosotros y la mayor
es para la propia banca ya que sus errores pueden, por lo que representan,
causar un gran daño a la economía de nuestro país como se ha podido comprobar,
lo que también tiene consecuencia graves para todos nosotros.
Como afortunadamente pertenecemos a organismos reguladores
europeos, estos han tenido que definir unas nuevas reglas de juego, con el
objetivo de evitar que si volvemos a entrar en una crisis tan grave como la
actual no podamos llevar el tema hasta el extremo que se ha llevado.
Estas reglas de juego se denominan “las normas de Basilea”, nombre que proviene por la ciudad donde se
han diseñado y que van por su tercera iniciativa. Las normas han sido
promovidas por el foro de estabilidad Financiera (FSB, Financial Stability Board).(1), junto al G-20. (2).
Básicamente se pueden resumir en que con ellas se defienden
los riesgos que corren los bancos ya que dan solución a sus problemas de
solvencia y de liquidez y nosotros las empresas, formamos parte del problema y
también de la solución.
Estas normas son muy importantes porque afectan a la
estructura de capital de la banca, pero al mismo tiempo también afectan a todas
las empresas que pretendan financiarse con crédito bancario ya que nos exigirá
mayor profesionalidad en nuestra gestión financiera a la hora de pedir crédito.
Por definir algún punto clave destacaré entre otros que a
las empresas nos tocara reforzar nuestro capital tratando que la ratio de solvencia
juegue un papel más importante en la calidad de nuestros balances, lo que
implicara una restructuración de nuestra gestión financiera y nos exigirá
adoptar una cultura de planificación financiera que actualmente está muy lejos
de estar imbricada en la pyme española.
La posibilidad de conseguir financiación en la actualidad y
también en el futuro ya no va a estar concentrada en la relación con la entidad
cercana, esto pertenece al pasado, a pesar de que muchos empresarios sigan
empeñados en mantenerla.
La realidad actual es muy compleja y además ha sido abducida
por la globalización, de la cual todavía no somos suficientemente conscientes y
no acabamos de interiorizar que ha venido para quedarse.
Si los empresarios quieren tener un determinado éxito para
conseguir financiación para sus proyectos empresariales deberán seguir los
siguientes pasos:
Primero: Tienen
que tener un aspecto financiero que convenza a la entidad financiera de que su
necesidad de financiación no se debe a las tonterías que ha estado haciendo
hasta la fecha, sino debido a problemas puramente sectoriales o a estrategias
fallidas.
Segundo: Por lo
tanto tiene que abordar la petición basándose en planteamientos muy
profesionales y centrando el tema en un argumento convincente, defensa,
crecimiento, innovación, etc.
Tercero: No basta
con presentar los típicos balances, es necesario presentar un informe de
gestión perfectamente argumentado donde exponga el problema y también la
solución.
Cuarto: Presentar
el informe sobre el impacto de la inversión y/o de la restructuración
financiera antes de recibir la financiación, para demostrar que la empresa es
capaz de devolver lo prestado.
Quinto: Empezar a
adquirir la cultura del respeto por el conocimiento financiero de su
propietario, (el director financiero), no está en la empresa para fastidiar y
coartar las inversiones, todo lo contrario, está para aconsejar cuales son los
movimientos que nunca deben de hacerse porque puede acabar dañando a la
empresa.
Sexto: Dejar de
seguir hablando de la banca como si se fuera el marido ofendido, éstas son
empresas que venden materia prima dinero y quieren -como si de cualquier
producto se tratara- recuperarlo con un margen, exactamente igual que nuestras
empresas.
Séptimo: Por
cierto, las relaciones de negocios con los clientes se basan siempre en un contrato, está lección la tiene muy
bien aprendida la banca (aunque nosotros parece que aún no, ya que la mayoría
de las veces no se lo exijamos a nuestros clientes) y debe de ser leído siempre
por nuestra parte, y para ello están los abogados (y si se me permite, añadiré
que claro que cobran por ello; parece una obviedad pero entiéndame cuando lo
recalco).
Octavo: Si
tuviera que resumir las circunstancias que van a rodear las relaciones con la
banca en el futuro es “la
profesionalidad”, esto en términos entendibles viene a significar que
tenemos que dominar los aspectos financieros con igual precisión con que
calculamos nuestro stock y/o la producción que tenemos que conseguir para no
tener rupturas.
Noveno: ¿se puede
convivir sin préstamos? no es fácil, pero si planificamos financieramente la
empresa podríamos al menos dominar perfectamente el volumen de préstamos que
vamos a utilizar.
Décimo: Si
ustedes tienen esperanza de que en el futuro se vuelva todo a lo de “antes”, no
lo esperen, las normas de Basilea III van a impedir que la banca vuelva a caer
en los errores anteriores (aunque no
dudo que con la imperfección que alcanzamos los seres humanos no vuelvan a caer
en otros). Lo importante es que no nos pillen en medio de sus líos por no haber
sido muy profesionales en nuestra gestión financiera.
Luis Sequí, socio director de Company Investment
proyects
Empresa especializada en planificación financiera,
negociación bancaria y fondos para financiación
(1) (FSB),
El Foro de Estabilidad Financiera es un organismo internacional creado en 1999
para promover la estabilidad financiera internacional a través de un mayor
intercambio de información y la cooperación en la supervisión financiera y la
vigilancia de los mercados.
(2) (G-20)
Es un foro de cooperación y consultas entre los países en temas relacionados
con el sistema financiero internacional. Estudia, revisa y promueve discusiones
sobre temas relacionados con los países industrializados y las economías
emergentes, con el objetivo de mantener la estabilidad financiera
internacional, y de encargarse de temas que estén más allá del ámbito de acción
de otras organizaciones de menor jerarquía.
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