A estas alturas del año, lo primero que me llama la atención
por comparación, es lo asustados
que andan todos los empresarios y la alegría que observo en una parte de la
población,- la que obviamente no debe de estar desgarrada por el fantasma del
paro-, por la existencia de los acueductos vacacionales.
En cuanto a los empresarios, parecen estar en una especie de
sandwich ya que por un lado están sufriendo en sus cuentas la destroza que les
esta causando las consecuencias de esta crisis que venia siendo una “L” y que
nos amenaza ahora con convertirse en una “W”, pero por otra parte, voy notando
una queja incremental sobre la actitud que sus trabajadores y empleados están
teniendo con la empresa ante la crisis.
Lo primero que voy hacer (al contrario que la estadística
oficial) es intentar hacer un esfuerzo por separar a los empresarios pequeños y
medianos de los grandes empresarios. Empresarios los son todos, sea cual sea la
dimensión de su empresa, porque empresario por definición en el que es
propietario de una empresa.
Pero hay una diferencia notable entre ambos tipos, a saber, los
de las grandes tienen muy profesionalizada la gestión de su empresa, lo cual
tiene toda la lógica ya que su tamaño les impediría poderla dirigir como lo
hacían cuando era pequeña y no tengo nada más que comentar sobre ellos porque
ya les dedican muchos artículos estupendos expertos empresariales.
Me interesa sobre manera en cambio el empresario de pequeñas
empresas, -por cierto, son la mayoría en España-, ellos no puede
profesionalizar su empresa por diversas razones y por lo tanto en el
tratamiento que le voy a dar a este articulo voy a intentar se ajuste a su
realidad y no voy meterlos en un paquete generalista como tiene por costumbre
la estadística oficial.
La realidad del pequeño empresario, es que como mucho llega
a estar implicado en su empresa con el conocimiento necesario en alguna de las
áreas funcionales con las que funda la compañía, -por dar alguna referencia-, normalmente
lo esta en lo comercial o en la producción, e ignora la importancia del resto
de las áreas funcionales a las que considera, - según mi experiencia sobre el
tema-, teóricas o depredadoras del margen.
Para ayudarles a aclarar conceptos de gestión de la
estrategia voy a exponer una secuencia basada en mi método de trabajo, - me
refiero en el método que empleo en mi propia empresa-, sobre el que
desarrollaré algunas criticas, consejos y conocimiento.
El pequeño empresario comenzó en su momento con una idea
empresarial, y con ella y su empuje, sacrificio, y algunos recursos, (siempre
escasos por desgracia) intentó desarrollar la idea. Seguramente ha pasado por
momentos delicados y otros de euforia, (es normal nos ha pasado a todos), pero
todo ello lo ha ido realizando sin ver estratégicamente que el comportamiento
de los mercados, (me refiero al de consumidores) ha ido cambiando por lo que las
necesidades también los han hecho, y he aquí, - primera lección a aprender-, que
si cambia la base del consumo también lo debe de hacer la producción y la
organización.
Por ello, y en mi opinión, debe de aprender a adaptarse al
medio y para ello debe e dar un repaso (solo o con ayuda) sobre si su propósito estratégico (si, aquel con el
que comenzó su andadura), es hoy el mismo o bien ya no es posible perseguirlo.
Y esto debe de hacerlo porque créanme, las cosas ya no serán lo de antes, ni volverán
a serlo. Las cosas serán, pero serán
diferentes.
Tanto si el propósito es el mismo como si deben de
modificarlo, han de definir una
estrategia, créanme, es necesario, conozco muy poca gente que sin “GPS” y
solo con su intuición sea capaz de llegar al punto marcado. A un siendo una de
estas personas, se juega tanto si se equivoca, que no vale la pena saltarse
esta lección. La estrategia es el faro
que nos guía cuando cae la noche y no vemos lo que hay delante.
Conseguido lo anterior, nos vamos a enfrentar a algo, que en
mi opinión forma parte de los enigmas del universo, ¡nos vamos a enfrentar a
las personas”, si, esos individuo/as que trabajan en nuestra organización. Pero hete aquí que detrás
de cada empleado hay un individuo/a, que nos aporta un conocimiento ,-¿o no?-, para
ocupar un puesto y ayudar a desarrollar nuestro proyecto empresarial.
Este empleado en el 2011 viene precedido por la machacona publicidad
gubernamental de pertenecer a la mejor generación de la historia de un país, (que
duda hasta de ser un país) y que en realidad lo que representa, -en mi opinión-,
a la generación más titulada de la historia, pero no la que mas conocimiento
tiene. Y lamento comunicarle compañero empresario, que con estos bagajes vamos
a tener que desarrollar los proyectos empresariales que cada uno tenemos para
el futuro.
Pero no acaba aquí el tema, los pequeños empresarios que
deben de gestionar a estos empleados deben de comprender que tienen la
propiedad de la empresa, pero se van a tener que preocupar,- y mucho- de
gestionar personas y esto siempre es muy complicado, porque detrás de un
empleado hay un entorno, tanto interno como externo que actualmente machaca
literalmente las mentes de la gente y que finalmente han conseguido llevarnos a
todos, al desprestigio del otro, a la desesperanza, al descreimiento, a la
falta de rigor, a la falta de esfuerzo y finalmente a olvidarnos “todos” del
sentido común necesario para convivir.
Solo si superáramos esto tendríamos una oportunidad, y aun
así nos quedaría todavía algo que parece muy difícil de lograr, que los números se conviertan en
información y para lograrlo deberemos trabajarlos con realidad, criterios
profesionales y disciplina y no dejarnos llevar por contabilidades más o menos “creativas”
que al final nos van a llevar al hoyo.
Y por ultimo y no menos importante,- Y créanme, no es teoría-,
hay que volver a creer y utilizar la
ética. Sin duda, hay más gente honrada que deshonrada en todas las capas de
la sociedad, aunque nos parezca lo contrario conforme nos levantamos por la
mañana y miramos o escuchamos la radio, prensa y televisión, y que no le
confundan, ningún color político es el
propietario de ella.
0 comentarios:
Publicar un comentario