martes, 6 de abril de 2010

Leyendo en la prensa local la propuesta de medidas que la Cierval (Patronal Valenciana) ha propuesto para superar las debilidades actuales y cambiar el modelo productivo actual, pensaba que sus propuestas siguen siendo como de costumbre, las recetas de siempre. Proponen para el futuro de la empresa Valenciana un grupo de medidas que se recopilan en las tres siguientes: Innovar, Cooperar e Internacionalizarse, y no quiero dejar la ocasión para entrar en el debate y aportar lo siguiente:

Acudiendo a la pagina de la dirección general de la política de la PYME (estadística DIRCE), la empresa Valenciana presenta la siguientes estadísticas. Centrándome solo en la provincia de valencia para no ser exhaustivo, nos proporciona que al 01/01/2008 había un total de 189.850 empresas cantidad en la que distribuyen varios tipos de empresas (industrias, comercios, etc.)


Si analizamos la estadística de dichas empresas pero distribuyéndolas por el nº de empleados, calculo que de 0 a 9 empleados, representan el 95% del total. No podemos concluir con estas estadísticas que solo son micro y pequeñas empresas si no cruzamos estos datos con los de facturación, datos que no proporcionan dichas estadísticas.

No obstante si sacamos un dato de productividad media con respecto a cada empleado si que podemos concluir que casi todas son pequeñas empresas, y representan la gran mayor parte de la muestra.


No es la primera vez que hago mención al tamaño inadecuado de la empresa Valenciana y sin entrar en cuantas de esas pequeñas empresas exportan (muy, muy pocas) y cuantas de ellas tienen un verdadero compromiso con la tecnología utilizada de forma inteligente (muy, muy pocas) o cuantas tienen un plan estratégico (escasas) o cuantas tienen su declaración de visión o misión definida (uffff). Lo que si puedo concluir que la gran mayoría no tienen tamaño competitivo y su tamaño les pone muy difícil sobrevivir a los difíciles tiempos que vivimos y a los que sin duda tienen que venir.


Desgraciadamente, lo que siempre se ha tenido en cuenta a la hora de hablar bien de las empresas Valencianas será un hándicap para su futuro. Siempre se ha elogiado el carácter emprendedor, o el ser muy trabajador, pero nunca se ha criticado su individualismo recurrente. Es cierto que en los últimos tiempos se ha recurrido mucho a la formación como necesaria, pero como siempre, ha servido además de para el objetivo obvio, para que muchas de las organizaciones que estaban detrás de esto se pusieran medallas o para no quedar descolgados de los lemas de obligado pronunciamiento.

No es la formación la mayor necesidad empresarial si no una parte de ella. Habría que haber abordado el tema serenamente, y diseñado una paridad entre la formación funcional y la específica para los directores o dueños de empresa, haciendo mucho hincapié en los aspectos Management, para que pudieran entender que el tamaño de las empresas no es algo voluntario de su creador o una consecuencia de su crecimiento sino una necesidad para la competencia, para su obligatoriedad de competir en los mercados.

Incluso ahora mismo, -permítanme la licencia de ser muy duro en esto-, no hay tiempo para perder, todo el esfuerzo que hacen las administraciones publicas se basan en formar en contabilidad, finanzas, marketing, etc. No es suficiente, hay que ser eficaces con los pocos recursos que tenemos y enseñar sobre todo a los empresarios que hay reglas básicas de gestión y que ni la mejor formación del mundo, incluso ni la máxima experiencia, comercial, de producción etc., les va a servir para gestionar y dirigir empresas.

No estaría de más que una parte de esos recursos se destinaran a darles un visión equilibrada sobre la empresa y sus necesidades mínimas, sobre la valoración de los recursos humanos, sobre estrategias posibles. Esta formación seria buena aunque solo tuviera el efecto final de desanimar a futuros empresarios pero los que realmente siguieran a delante tuvieran muy claro que “solos” y con recursos insuficientes, tienen muy pocas de probabilidades de sobrevivir.

En cuanto a lo que propone Cierval en su informe quiero manifestar desde este blog y con la absoluta independencia que me da mi libertad de expresión, que revindico el magnifico plantel de diseñadores que año tras año salen de las escuelas de diseño al mercado y acaban siendo devorados por el poco respeto que desde el ámbito empresarial les profesan, acabando la mayoría de ellos ubicados en mil trabajos, lejos de aportar a la sociedad su inteligencia para la innovación.

Que solo una muy buena formación empresarial, -con tiempo, constancia y sacrificio-, conseguirá algún día romper la inercia individualista que impide una colaboración eficaz para, -con un tamaño competitivo-, competir tanto en los mercados nacionales como en los internacionales y esto solo se lograra juntando a unos cuantos para poner los medios, pero que será uno el que tiene que dirigir, el más preparado.

Finalmente quiero que quede constancia que la internacionalización es un tema muy, muy caro y que solo determinadas empresas pueden permitírselo, ya sea porque tienen recursos o porque su arrojo, muy basado la mayoría de veces en la inconsciencia, hará posible el objetivo. Pero sobre todo el triunfo de una buena internacionalización se lograra, -además de con todo lo obvio-, porque cuentan con unos buenos equipos con muy buena formación de base.

Y por si acaso alguien tiene la tentación de poner ejemplos de empresas de éxito, les vuelvo a remitir a las estadísticas, y les digo si que las hay, pero que la excepción nunca hizo la norma.

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