domingo, 27 de diciembre de 2009

Leia el otro día el diario expansión un articulo que decía, “lo mejor que se puede decir del 2009 es que podía haber sido peor”…, pues que queréis que os diga, excluyendo a los que tenemos trabajo, es posible que todos los empresarios que se han quedado sin empresa y los empleados que han perdido su empleo no estén muy de acuerdo con esta reflexión del periodista y si no recuerdo mal, lo peor es que han sido muchas las bajas en ambos colectivos.

Pensando en todos aquellos que se lo están pasando muy mal y viendo que desde todos los medios se preocupan mucho por los trabajadores que se han quedado en paro, pero muy poco por los empresarios que se han quedado sin empresa o que están apunto de perderla, no quiero dejar pasar esta ocasión para mandar un recuerdo emocionado a todos ellos.

Y a pesar de que quiero alejarme lo máximo posible de la demagogia fácil o del sacudimiento emocional voy a ponerme de lado de los empresarios, porque aunque en algunos casos la situación haya sido provocada por ellos mismos, y por diferentes razones en las que no voy a entrar en este artículo, en su gran mayoría son gente arriesgada, abnegada y voluntariosa.

Querer explicar de forma simplificada algo que es terriblemente complejo no me resulta fácil. En general es cierto que se les podría reprochar muchas cosas pero también es muy factible caer en la demagogia o en el victimismo hablando sobre ellos. Para ser justo he de reconocer que su posición es muy complicada ya que cabe la posibilidad de haber tenido que cerrar o de despedir empleados debido a inversiones mal planificadas, -anteriores a la explosión de la crisis-, o por falta de conocimiento sobre gestión empresarial,-la experiencia ya no es un seguro-, o por perder la realidad de su modelo de negocio, -su dimensión como empresa en un hándicap- o por no ser capaces de preveer cambios en el mercado donde actúan, -siguen sin orientarse a sus mercados-, pero en esta ocasión y en muchos casos por la intransigente postura bancaria durante la crisis, que si bien no se le puede culpabilizar directamente, si que de forma indirecta es la causa del cierre de muchas de ellas.


No obstante y a pesar de que en casi todos los juegos de equipo, -con mucha imaginación-, se pueden llegar a ejecutar en solitario, es perfectamente entendible que sobre el terreno la intervención de varios jugadores en el equipo le dan mas equilibrio a la partida.

No es fácil constituir empresas si no se cuenta con el capital necesario, pero desde el punto de vista empresarial habría muy pocas empresas constituidas si todos los empresarios no complementaran su fundación con fondos ajenos negociados, mas conocidos como prestamos bancarios.

Y para esto se necesita a un partner, que si bien es cierto y deseable que se ajuste a asumir el menor riesgo posible, no me parece muy lógico hasta donde están llevando este tema. Pero no es esto lo que les reprocho, yo creo que los bancos son actores cuya figura resulta necesaria para formar un buen equipo para la partida y es por ello y porque son en general empresas dotadas con muchos y buenos recursos por lo que deberían poner más cuidado en formar a sus empleados para exigir o detectar si el empresario que les pide financiación tiene posibilidades o no, y no me vale que mantengan la postura “que saber de empresa no es su negocio”, cuando uno juega a un juego de equipo, -y un préstamo es recurso de equipo- , debe de saberlo todo de su compañero de juego o al menos intentar saberlo.

Esta muy claro que todo el riesgo no se puede llegar minimizar, pero en este caso debe de ser una exigencia máxima., Cuando presten a una empresa deben de jugar un papel determinante en participar informativamente en su desarrollo y tampoco me vale que digan que la empresa los engaña, ¡a la menor sospecha se le retira la financiación! Y se termino su intervención en el equipo.

Pero claro, si lleváramos esto que estoy exponiendo al rigor, se correría el riesgo de acabar no prestando dinero a casi ninguna empresa y ya se sabe, -la deuda es el objetivo de los bancos-, se perdería negocio, lo cual no es demasiado bueno obviamente, así que es mejor prestar a cualquier proyecto mirando a veces para otro lado y exigir avalar a todos los socios con las propiedades personales, -saltándose la filosofía de la Ley de sociedades-, y en el colmo de los colmos exigiendo avales cuya filosofía ignorada por prácticamente la totalidad de los empresarios que lo firman, “con todos sus bienes presentes y futuros” y manejando realidades en la época actual, admitiendo el aval de los Padres o familiares para meterlos en el lío.

Miren señores banqueros, es perfectamente valido admitir en un equipo de futbol jugadores de primera división y otros de categoría regional, pero todo el mundo sabe que esto es una “pachanga de equipo” no un equipo de “champions” donde la correlación de fuerzas determina una posibilidad de lograr alguna meta importante, aunque lógicamente, también quepa el fracaso como posibilidad, pero para esta ultima posibilidad ustedes ya tienen amarrados todos los patrimonios familiares ¿no?

Vuelvo a reiterar mi recuerdo y mi solidaridad emocional con un grupo de seres humanos que sin entrar en las razones particulares que a cada uno le lleva a constituir una empresa, finalmente arriesgan todo para constituirla y desarrollarla y que por esta acción son generadores de puestos de trabajo, que son la base de la economía de cualquier país y que muchos de ellos, ¡demasiados! se lo están pasando muy mal en estos momentos y recuerden, que estos no tienen un paro donde consolarse.

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